miércoles, 14 de octubre de 2009

Estela del Templo Funerario de Amenofis III





El texto que encontramos en la estela del templo funerario de Amenofis III, como fuente primaria, nos ofrece información acerca de este faraón, y de algunas de las construcciones realizadas bajo su reinado, destinadas a honrar y magnificar a los dioses y la religión egipcia.
Al encontrarse grabado en piedra podemos citarlo como una fuente de tipo epigráfica.

Se trata de un texto de Amenofis III, (s. XV-XIV). Amenofis III fue un importante faraón de la dinastía XVIII de Egipto que gobernó de c. 1390/1 a 1353/2 a. c. También es conocido como Imenhotep III, Memnon, y otros nombres helenizados.
El reinado de Amenofis III puede calificarse como el más próspero de toda la historia de Egipto, pues fue inmediatamente después de las gloriosas campañas asiáticas de Thutmoses III y de Amenhotep II y justo antes de la crisis de Amarna, que tuvo como protagonista a su hijo Amenhotep IV, el futuro Akenatón.
Comúnmente se ha pensado en Amenofis III como un monarca algo incapaz, centrado en la tarea de edificar templos y tumbas, en hacer enormes cacerías y en buscar bellas mujeres tanto dentro como fuera del país para nutrir sus harenes.
La estabilidad lograda por las conquistas de sus predecesores trajo una época de prosperidad, debido a los tributos pagados por los pueblos vencidos. Egipto era, indiscutiblemente, la gran potencia de la zona.
La paz favorecía el comercio, fuente adicional de riqueza.
Se apoyó en dos consejeros: el visir del Alto Egipto, Ramose y el arquitecto Amenhotep, con la poderosa influencia de la primera Gran Esposa Real, Tiy.
El problema interno lo creaban los sacerdotes de Amón, que debido a las donaciones de Tutmosis III se habían vuelto tan poderosos que amenazaban al propio faraón. Tutmosis IV había intentado frenar al clero potenciando el culto al disco solar, Atón, que figura en su tumba.
Amenofis III continuó con esta huida diplomática, se alejó de Tebas construyendo un palacio en Malkata, en la ribera occidental y otro en El Fayum.
Muertos sus consejeros y al subir como corregente su hijo, éste empezó la verdadera guerra política contra los amonianos, apoyado por la reina Tiy.

El templo debía ser monumental, empleando materiales duraderos y divinos como el oro y la plata. Aquí podemos establecer una relación entre estos materiales y el reflejo de la luz del sol, ya que rendían culto al Disco solar.
La riqueza de estos materiales esta asociada al poder divino.
En lo que se refiere a la plata, material muy escaso en la época, daba un prestigio mayor al templo.
Las puertas estaban realizadas en ‘’electrum’’, una aleación de oro y plata que buscaba evocar la luz divina a través de su color ámbar.
También existían estatuas del rey realizadas en granito de Elefantina, que se relacionan con los grandes colosos de Mennon ya que están realizados con granito.

Estas se hallaban decoradas con incrustaciones de piedras preciosas.
Las monumentales figuras se elevaban hacia el cielo, mostrando así la importancia del cielo, el sol y sus rayos; dejando constancia de que se trataba de una ofrenda hacia el cielo.

Nos habla de una estela realizada en oro y piedras preciosas, la ‘‘estela del rey’’, que hoy se conserva en piedra, por lo que podemos pensar que estaba cubierta de una capa de oro.

En lo que se refiere a las partes que componían el templo, habla de un lago, que podría tratarse de un estanque ante el templo. Este estanque estaba bañado por el Nilo; nos hablan del Nilo como una personificación de una deidad, lo que se corresponde con las religiones animistas. El agua como ofrenda a los dioses.

A su vez contaba con un edificio de servicio formado por los criados y los hijos de los jefes de los países extranjeros, dejando constancia de sus conquistas.
Al mismo tiempo los almacenes se encontraban a rebosar de ofrendas, regalos que ofrecían a los dioses pero que en realidad se trataba de un sistema de impuestos en cubierto.

Al realizar estas construcciones, el faraón se veía representado como Ptah, ‘‘maestro constructor’’, inventor de la albañilería, patrón de los arquitectos y artesanos, tratando de agradar a su padre, el dios Amon.

Construyo también un gran pilono delante del templo que debía servir como lugar de reposo para faraón. Este pilono junto con el templo fueron ofrecidos a su padre a cambio de favores divinos, como vida y fuerza.

Por ultimo señala la construcción de una barca. Estas barcas se realizaban para rituales religiosos; la llamo Userhat, de proa poderosa.
Realizada en madera de cedro, traída desde ‘‘La tierra de Dios’’, que se refiere a Fenicia (actual Líbano). Aquí volvemos a encontrarnos con las conquistas del antiguo Egipto; pero no solo conquistaban a sus enemigos, sino que explotaban sus materias primas y les obligaban a transportarlas hasta el lugar de la construcción, aquí vemos la importancia de la arquitectura para los egipcios.
La idea mística de la barca esta siempre presente en la construcción del templo.
La barca estaba realizada para cumplir una función en la fiesta de Opet, la tríada tebana salía de sus templos, en procesión, en barcazas transportadas a hombros por los sacerdotes del templo en función de portadores de la barcaza del dios. La procesión iniciaba su trayecto saliendo del templo de Karnak con destino al templo de Luxor.

A través de este texto grabado en la estela del templo funerario de Amenofis III podemos llegar a comprender la importancia de la arquitectura en el antiguo Egipto; un importancia que reside en la construcción monumental y de materiales ricos para honrar y obtener recompensas del los dioses. Vemos también como todas las construcciones dependían directamente del faraón, y estaban muy ligadas a la religión, obteniendo con ellas ejemplos de majestuosidad.